Tras una superficie límpida.
Apenas una silueta borrosa. Un conato.
Nunca asidera.
Una catarata de cristal bohemio la separa. La aleja.
Se va. La persigues. Te esquiva. Vuelve.
Se va. La persigues. Te esquiva. Vuelve.
Se va. La persigues. Te esquiva. Vuelve.
Se va. La persigues...
Y te sientes quebrar. Y te sientes gozar.
Hasta la próxima.
miércoles, 19 de febrero de 2014
jueves, 30 de enero de 2014
Tics
Hace mucho ruido al escribir.
Escribe demasiado rápido y golpea la mesa a través del folio. Unos golpecitos constantes, como un pájaro carpintero, pequeñajo.
Está concentrado en "escupir" todo lo que ha memorizado unas horas antes, sin preocuparse en argumentar ni extraer lógicas y relaciones. Al fin y al cabo, era una prueba de Historia, y si algo nos enseña ésta, es que nunca se aprende de ella.
10 minutos. 20. 40.
A los golpes rítmicos se le unen bostezos algo ostentosos.
Siempre se pone a bostezar cuando está nervioso. Una de esas rarezas de las personas poco convencionales.
1 hora. Hora y media.
Comienza a golpear el borde de la mesa con la parte posterior del bolígrafo, cuando no con los dedos extendidos, formando acordeón.
Cuando se levanta a entregar el examen, una extraña aura de rencor y malicia se adueña del aula.
Tiene el presentimiento de que decenas de ojos se posan sobre él y puede notar sus negativas vibraciones. Flota verdadero odio en el ambiente.
A pesar de su intuición, se come la primera colleja.
Y las veinte siguientes.
Escribe demasiado rápido y golpea la mesa a través del folio. Unos golpecitos constantes, como un pájaro carpintero, pequeñajo.
Está concentrado en "escupir" todo lo que ha memorizado unas horas antes, sin preocuparse en argumentar ni extraer lógicas y relaciones. Al fin y al cabo, era una prueba de Historia, y si algo nos enseña ésta, es que nunca se aprende de ella.
10 minutos. 20. 40.
A los golpes rítmicos se le unen bostezos algo ostentosos.
Siempre se pone a bostezar cuando está nervioso. Una de esas rarezas de las personas poco convencionales.
1 hora. Hora y media.
Comienza a golpear el borde de la mesa con la parte posterior del bolígrafo, cuando no con los dedos extendidos, formando acordeón.
Cuando se levanta a entregar el examen, una extraña aura de rencor y malicia se adueña del aula.
Tiene el presentimiento de que decenas de ojos se posan sobre él y puede notar sus negativas vibraciones. Flota verdadero odio en el ambiente.
A pesar de su intuición, se come la primera colleja.
Y las veinte siguientes.
miércoles, 29 de enero de 2014
Autoengaño
Cuando avanzó sobre el vacío, tras el acantilado, se dio cuenta de que la distancia no era suficiente.
Sólo consiguió una fractura de tobillo y algunas contusiones.
Era la tercera vez que le pasaba.
Sólo consiguió una fractura de tobillo y algunas contusiones.
Era la tercera vez que le pasaba.
viernes, 24 de enero de 2014
jueves, 23 de enero de 2014
Tú
Eres lo que más detesto.
No puedo separarme de ti.
No quiero separarme de ti.
Te odio.
Porque no puedo estar sin ti.
Porque no quiero estar sin ti.
Temo. Te-mo. Te-a-mo.
No puedo separarme de ti.
No quiero separarme de ti.
Te odio.
Porque no puedo estar sin ti.
Porque no quiero estar sin ti.
Temo. Te-mo. Te-a-mo.
miércoles, 22 de enero de 2014
3 años y medio después...
No hay nada tan fructífero como la desidia.
Cual Kippel entre ovejas eléctricas, se adueña de todo lo que rodea la figura del mal escritor... y peor persona.
71 entradas en poco más de tres meses.
1, en más de tres años.
La interconectividad de La Red, ha sobredimensionado nuestras ínfulas de trascendencia, y nuestro afán de reconocimiento.
Nos creemos escritores, fotógrafos, músicos, ilustradores... y no somos, salvo excepciones demasiado escasas, más que plagiadores y generadores de basura y autocomplacencia.
Las mismas palabras que se utilizan en esta misma entrada, rezuman petulancia.
Y es que demasiados seguimos una doctrina diametralmente equivocada: utilizamos grandilocuencia, para enumerar el vacío, obviando que, el verdadero artista, sea en cualesquiera disciplina, hace de la economía y simpleza de los diferentes lenguajes (alfabético, musical, plástico...) la piedra angular para expresar ideas, creencias, sentimientos... inexpresables.
Seguimos en ello.
Nos queremos, o despreciamos, demasiado.
No hay nada tan fructífero como la desidia.
Cual Kippel entre ovejas eléctricas, se adueña de todo lo que rodea la figura del mal escritor... y peor persona.
71 entradas en poco más de tres meses.
1, en más de tres años.
La interconectividad de La Red, ha sobredimensionado nuestras ínfulas de trascendencia, y nuestro afán de reconocimiento.
Nos creemos escritores, fotógrafos, músicos, ilustradores... y no somos, salvo excepciones demasiado escasas, más que plagiadores y generadores de basura y autocomplacencia.
Las mismas palabras que se utilizan en esta misma entrada, rezuman petulancia.
Y es que demasiados seguimos una doctrina diametralmente equivocada: utilizamos grandilocuencia, para enumerar el vacío, obviando que, el verdadero artista, sea en cualesquiera disciplina, hace de la economía y simpleza de los diferentes lenguajes (alfabético, musical, plástico...) la piedra angular para expresar ideas, creencias, sentimientos... inexpresables.
Seguimos en ello.
Nos queremos, o despreciamos, demasiado.
viernes, 20 de agosto de 2010
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