lunes, 7 de junio de 2010

Homenaje a aquellos que nunca son escuchados

A lo largo de los años, distintos personajes y personajas que he ido conociendo me han ido enviando multitud de cuentos y/o simples escritos, que, con toda probabilidad, nunca serán publicados. Supongo que mi capacidad innata para hablar poco y escuchar mucho, les ha abierto una puerta a la confidencia, que nunca pretendí que existiera.

Pertenecen a personas que no son conscientes del hecho de que no saben escribir, o, por el contrario, son demasiado conscientes de ello y, a su pesar, no dejan de esforzarse por sacar a la luz aquellos pensamientos, profundos o no, que les embotan el cerebelo.

Ya que soy amigo perenne de las causas perdidas, durante los próximos días intentaré ejercer como cicerone de estos "artistas del hambre" (que diría ese adalid de la esperanza que era el amigo Frank) publicando todo los cuentos que conservo.

Al igual que en un viaje lo importante no es el destino, sino el recorrido, espero y deseo que todos aquellos/as amigos/as, o que lo fueron en su día, encuentren en este blog ese pedazo de reconocimiento a que todo cabestro tiene derecho una vez en su vida, aún cuando nunca hayan podido alcanzar la meta fijada.

Todo aquél/lla que tenga los arrestos de intentar escribir y que nunca llegue a conseguir notoriedad, se merece el mayor de los apoyos y ensalzamiento de que seamos capaces. De este modo, al menos, no nos sentiremos demasiado mal cuando triunfen Dan Brown's y Ruiz Zafones del tres al cuarto (por poner un par de ejemplos explícitos).

Sin más, espero que, los que tengáis un rato, encontréis a lo largo de estos escritos una forma nueva de disfrutar con la literatura (si es que se le puede llamar así) más simple y de menor calidad que veréis jamás, pero, a la vez, la más voluntariosa, menos pretenciosa y más sincera.

Bon appetit!

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