miércoles, 16 de junio de 2010

Nada más sin ti (Macarena Madrero)

Y el poeta se quedó solo,
reclinado dulcemente en la costumbre,

y el silencio llegó
lejos ya de los aplausos de la gente,
para oírse mejor.

Inhaló para sentirse vivo,

y supo que no había más vida que él.

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